Cómo hacerse tutor legal de una persona mayor y qué implica

Persona mayor incapacitada sonriendo mientras la persona designada como su tutor legal la
coge de la mano.


Existen diferentes características o situaciones que pueden convertir a una persona en
incapacitada. Es decir, que no puede valerse por sí misma en el ejercicio de sus
responsabilidades y derechos ni velar por ella misma y su patrimonio.

 

En este contexto, las autoridades judiciales designarán a un tutor legal para que se encargue
de cubrir las necesidades básicas de esta persona, cuidarlo y garantizar su bienestar. En este
artículo encontrarás toda la información sobre cómo hacerse tutor legal de una persona
mayor.

 

¿Qué es ser tutor legal de una persona mayor?


Ser tutor de un mayor implica una serie de obligaciones que tienen como fin último velar por
el bienestar y la seguridad del tutelado. Para ello, es fundamental cubrir todas sus necesidades
básicas como vivienda, alimento, sanidad…

 

El tutor será también responsable de la administración de los bienes, así como de ciertos
procesos administrativos extraordinarios, habiendo de dar cuenta de ello ante las autoridades
judiciales.

 

¿Quiénes pueden ser tutores?


Para realizar según qué trámites, como hacerse tutor legal de una persona mayor, se ha
cumplir lo establecido por la ley. En este caso si un mayor es declarado incapacitado, se exige
que el juez le asigne un tutor de acuerdo a la prioridad establecida en el Código Civil :

 

Persona designada por el tutelado
Cónyuge que convive con él
Padres
Personas designadas por él en las disposiciones de última voluntad
Al descendiente, ascendiente o hermano asignado por el juez
Si la persona mayor incapacitada no tiene familiares ni ningún tipo de apoyo social, se puede
designar como tutor a una persona jurídica como una fundación tutelar.

 

En cualquier caso, el objetivo de este nombramiento es ofrecer el apoyo y protección que la
persona mayor necesita por lo que la decisión tomada dependerá no solo de este orden sino
también de la idoneidad de los candidatos.

 

¿Y quién no?


A pesar de esta jerarquía impuesta por la ley, las autoridades judiciales pueden modificar este
orden prioritario y otorgarle la tutela a otra persona en base a lo recogido por el Código Civil,
que establece que NO podrán ser tutores legales de una persona mayor aquellos que:

 

Por resolución judicial esté privados o suspendidos en el ejercicio de la patria potestad o total
o parcialmente de los derechos de guarda y educación
Hayan sido cesados legalmente de una tutela anterior
Hayan sido condenados con sentencia de pena privativa de libertad
Hayan sido condenados por algún delito que dé por supuesto que no ejercerán
adecuadamente su labor
Además, el juez también puede no conceder una tutela por otros supuestos como la
imposibilidad de hecho o por enemistad entre ellos, por ejemplo.

 

Obligaciones de un tutor legal


Tal y como indicábamos anteriormente, el principal objetivo a cumplir por el tutor ha de ser
velar por su bienestar e integridad. En este sentido el Código Civil establece unas obligaciones
de carácter patrimonial y personal, que el tutor legal de la persona de mayor ha de cumplir.

 

Económicas


En la esfera económica, el tutor tendrá las siguientes responsabilidades:

Administrar correctamente y sin negligencia los bienes del tutelado
Realizar procesos de administración extraordinarios sobre el patrimonio de la persona
tutelada. Para este tipo de acciones necesitará siempre la autorización judicial.
Personales
En el plano personal, el tutor ha de cumplir con lo siguiente:

 

Abastecerle de alimentos

Promover la capacitación del tutelado y mejorar su inserción social
Informar sobre la situación del tutelado y la gestión de sus bienes
Acompañar y velar por el tutelado

Para ser tutor legal de una persona mayor has de ser nombrado por un juez

 

Cómo hacerse tutor legal de una persona mayor


Para ser tutor legal de una persona mayor primero el juez ha de declarar su incapacitación.
Según el Código Civil, son causas de incapacitación aquellas deficiencias físicas o psíquicas que
impidan a la persona velar por sí misma y sus intereses y ejercer con responsabilidad sus
derechos y deberes sociales.

 

El procedimiento de incapacitación puede iniciarse por los familiares acudiendo a los Juzgados
de Primera Instancia, pero nadie puede ser declarado incapaz si no es en el marco de un
procedimiento judicial.

 

Una vez se declara a una persona como incapacitada, el juez pasa a dictaminar quién será su
tutor legal. Para ello obedecerá en primera instancia a lo que la persona haya decidido en caso
de haber sido previsor y haber dejado por escrito a quién designaba para este cargo. Si el
tutelado no ha designado a nadie, se realizará atendiendo a lo dictaminado por el Código Civil
en el orden y naturaleza de las relaciones personales del tutelado. En cualquier caso, y aunque
sea el juez el encargado de nombrar al tutor, este debe aceptar su cargo.

 

Preguntas frecuentes


Este cargo lleva asociadas, como hemos visto, una serie de responsabilidades y obligaciones a
la vez que tiene también ciertas limitaciones. Esto hace que a menudo aparezcan dudas sobre
qué es ser tutor legal de una persona mayor. Estas son algunas de las preguntas más
frecuentes:

 

¿El tutor legal puede recibir una remuneración económica?


Sí. El tutor legal puede solicitar una remuneración por su trabajo en pro del tutelado y esta
petición será evaluada en función de su desempeño y los rendimientos económicos de la
persona a tutelar.

 

¿Existe algún control sobre el tutor?


La tutela se realizará siempre bajo la supervisión del Ministerio Fiscal que podrá solicitar en
cualquier momento información sobre la situación del tutelado. En cualquier caso, y aunque el

Ministerio Fiscal no lo pida, el tutor legal de una persona mayor ha de informar anualmente
sobre el estado del tutelado y de sus bienes.

 

Una vez nombrado, ¿puede eludir su tutela?


Aunque el nombramiento como tutor lleva asociado el compromiso serio de su desempeño,
existe la excusa del cargo, que se puede esgrimir en los siguientes casos:

 

Edad, enfermedad u obligaciones profesionales o personales
No disponer de medios o recursos suficientes para ejercer correctamente la tutela
Falta de vínculos entre tutor y tutelado
Algún motivo para el que la tutela sea perjudicial
Existencia de otra persona con condiciones similares al tutor, que pueda desempeñar el cargo
y que el tutor actual esté en alguna de las situaciones arriba planteadas


¿Qué no puede hacer el tutor en nombre de la persona mayor sin autorización judicial?


Aunque el juez designe a alguien como tutor legal de una persona mayor, este deberá solicitar
autorización judicial para realizar las siguientes acciones:
Internar al tutelado en un centro de salud mental
Gravar bienes de la persona incapacitada
Renunciar a derechos o transigir en algunas cuestiones en las que el tutelado estuviese
interesado
Aceptar sin beneficio de inventario cualquier herencia
Derrochar dinero de forma extraordinaria en los bienes
Celebrar contratos o acciones que tengan carácter dispositivo y sean susceptibles de
inscripción
Contraer demandas en nombre del tutelado, salvo que sea algo urgente o de pequeña cuantía
Ceder a terceros los créditos que el tutelado disponga en su contra
Ceder bienes en alquiler por un periodo superior a seis años
Disponer gratuitamente de bienes o derechos de la persona tutelada
Dar o tomar dinero prestado


¿Se puede cesar a un tutor?


Sí. Esto se conoce como remoción del cargo y se produce cuando:
Se incurre en causa legal de inhabilidad
Se producen problemas de convivencia de carácter grave y continuo

Se realice incorrectamente el ejercicio de la tutela incumpliendo los deberes del cargo o por
ineptitud en el transcurso de su ejercicio
La solicitud de cesar a alguien como tutor puede realizarla el propio tutelado, el Ministerio
Fiscal o alguna persona cercana y será dictaminada por el juez, previa auditoría con el tutor.

 

¿Cuándo finaliza la tutela?


La tutela se dará por finalizada o por fallecimiento del tutelado, por existir una sentencia firme
que dé por finalizado el periodo de incapacitación o se sustituya por una curatela.

 

La curatela difiere de la tutela en que la persona es capaz, pero necesita un apoyo para un
correcto desempeño de las tareas diarias. Es decir, la curatela tiene un carácter asistencial.

 

En definitiva, debemos entender bien qué es ser tutor legal de una persona mayor puesto que
acarrea una serie de responsabilidades que se han de cumplir para garantizar al tutelado su
bienestar y protección en el día a día.

 

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